Tuyo es; la alquimia de unir literatura, pintura y sonido.

Los poemas en prosa de Carlos Manuel López Ramos, las pinturas al óleo de Antonio Mejías y las piezas sonoras de Juan Jesús Yelo Cano; 3 ingredientes perfectos para crear una exposición única y dinámica.

Tuyo es…el sol que adoras.

“Tuyo es el sol que adoras” es un verso de El mágico prodigioso (1637), de Pedro Calderón de la Barca, comedia en la que un enamorado, Cipriano, vende su alma al Diablo por la correspondencia sentimental de su amada Justina. Y es este verso el que da nombre a la poesía en prosa de Carlos Manuel López Ramos, que va de la mano de los óleos de Antonio Mejías y las piezas sonoras de Juan Jesús Yelo Cano.

Estas 3 artes confluyen en formato libro, y también en la exposición (que tendrá carácter itinerante) de la que estos días podemos disfrutar en los Claustros de Santo Domingo, en Jerez de la Frontera. Consulta más información aquí.

Aprovecho mi cercanía y amistad con Antonio Mejías, autor de las pinturas a óleo sobre tabla, para acercarme un poco más al proceso creativo y al resto de artistas haciéndoles unas preguntas acerca de sus aportaciones en cada ámbito.

A Juan Jesús Yelo Cano:

P:En las piezas sonoras que acompañan a las obras gráficas de Tuyo es encuentro sonidos de diversa procedencia: objetos, voces, cantos, músicas, disparos, animales… ¿Por qué decidiste incorporar sonidos/ruidos en lugar de música en estas obras?

R: Yo no distingo entre música y no-música. Para mi todos los sonidos son susceptibles de ser utilizados en la obra de arte. De hecho, una batería, un cajón flamenco o unas maracas no producen otra cosa que ruido y nadie los excluye de la “música”. Como persona, desde que yo recuerdo he estado muy interesado en la escucha de lo que sucedía a mi alrededor. Siempre he sentido atracción por los ruidos que se ponían al alcance de mis oídos, ya fueran sonidos de la naturaleza (el mar, la lluvia, el viento) o los propios de la actividad humana (sonidos industriales, máquinas, gente hablando). Como consecuencia y desde hace muchos años, como docente de Música he intentado trabajar con mi alumnado la escucha, tanto la escucha de lo que nos rodea (nuestro paisaje sonoro) como la escucha interior… La consecuencia lógica como artista es que plasmara mi interés por lo sonoro utilizando estos sonidos que me envuelven y aquellos otros que surgen de mi imaginación.Mi punto de partida para la creación es el silencio, y a partir de ahí, todo lo sonoro es susceptible de ser utilizado, con o sin modificaciones digitales, para expresar emociones, sensaciones, ideas… 

P: Y, desde tu punto de vista ¿Cuál es el sonido más inesperado que el espectador puede encontrar? ¿A qué obra acompaña? ¿Es un sonido captado por tí mismo o digital? 

R: No sabría decir. Concibo mis piezas como obras abiertas, en proceso, y es el espectador oyente el que debe concluirlas con su escucha activa. Sí puedo decirte que a mí me ha sorprendido verme utilizar discursos de Stalin, himnos religiosos cantados por la gente de un pequeño pueblo o pedir a una amiga que cantara un madrigal del Renacimiento para después deconstruirlo digitalmente. Estos sonidos forman parte de las distintas piezas de la exposición y, como bien preguntas, algunos han sido tomados de grabaciones de campo realizadas por mi y otros han sido extraídos de Internet o enviados por amigos que saben de mi pasión por los paisajes sonoros. Resumiéndote los procesos: la fuente de los sonidos puede ser grabaciones de campo o sonidos tomados prestados de otros (los menos). Ambos sonidos pueden o no ser tratados digitalmente. Y luego, claro, mezclarlos entre si, a veces en numerosas capas, a veces no…

Puedes oír fragmentos de las piezas sonoras en este video/presentación.

A Antonio Mejías:

P: La atmósfera que se origina en tus obras plásticas me recuerda en cierta medida a la superposición de planos espaciotemporales que se producen en el terreno de lo onírico. Esos sueños donde ocurren muchas y sólo recordamos algunos detalles aparentemente inconexos. En la mayoría de piezas veo cómo distintas escenas ocurren a la vez (aunque suele haber una más definida que las demás) y al mismo tiempo dichas escenas forman un todo.  ¿Te planteaste desde el primer momento ejecutar las piezas así?

R: Para nada. Para contestarte me remito al origen y te digo que Carlos Manuel, mi amigo escritor, me pasó el texto a principios de 2018. En el 2018 tras leer el texto del libro, decidí documentarme más sobre la alquimia y el hermetismo. Seis meses después fui a empezar a pintar, pero circunstancias personales y familiares, el fallecimiento de mi hermana pequeña me hizo posponer todo un año. Los cuadros los pinté en el verano y otoño de 2019 y no tenía ni idea en el verano del 19 de lo que iba hacer. Mi pintura desde hace ya dos décadas no es realista aunque participa de elementos realistas, de incluso retratos, pero dentro de un collages visual que me permite una narrativa propia. Mi pintura no es realista, es narrativa contemporánea.
Desde hace más de 20 años el collages visual ha sido la base de mi pintura. Partiendo de eso, el virtuosismo o no en el dibujo es solo fruto de dibujar toda una vida de 59 años. Sin embargo, podríamos decir que lo novedoso en mi pintura, que evidentemente como siempre experimento siempre hay “novedosidades”, es que utilizo, como he dicho, solo tres colores entre la riquísima amalgama de tubos de óleos que se adquieren en el mercado.


Y lo de los tres ha sido un ejercicio personal de búsqueda de las fuentes, documentándome sobre antiguas civilizaciones y los colores de sus palacios y templos. Y todos jugaban con los colores básicos azules, rojos, amarillos y blancos/negros.
Por tanto decidí hacerlo solo con esos tres colores y por supuesto su fusión, que ahí es donde está el “conque” de la pintura, en la fusión de los colores, ahí está todo en pintura.
Pero, claro, cuando te planteas esto tienes un camino por recorrer y puesto en faena entraña dificultades, pero consigues efectos que te sorprenden a ti mismo.
Otro secreto es pintar en horizontal, Aunque evidentemente por falta de ortogonalidad, una vez seca la pintura, hago correcciones del dibujo en vertical, obviamente, donde la ortogonalidad nos viene nada.

P: Si pudieras darle un nombre a este estilo tuyo particular….¿cuál sería?

R: ¿En serio?  No me gustan las etiquetas, y en este caso, por mucho que yo conozca mi propia pintura y conozca los movimientos vanguardia actualmente, todo nombre que le pusiera a mi estilo sería muy, muy reduccionista, pero en estilo cmyk y en plan broma, yo le llamaría bry -transmutando rgb y cmyk-, ea!

A Carlos Manuel López-Ramos:

P: Durante la presentación de Tuyo Es mencionabas el carácter hermético de tu obra literaria así como su relación con las ciencias ocultas y la alquimia. Encuentro en la obra afirmaciones propias del Kybalión (como es arriba es abajo, como es adentro es afuera) que me conectan con todos esos saberes alternativos que ignoramos en gran medida, y que fueron paradigma de pueblos y civilizaciones antiguos. ¿Cuál es tu objetivo con respecto a tu lector? ¿Qué reflexión quisieras plantearle? 

R: Tuyo es el sol que adoras (Editorial Tierra de Nadie, Jerez de la Frontera, junio de 2020) es un poemario en prosa que constituye una lectura poética y laica de la alquimia y la tradición hermética no exenta de ironía y escepticismo. Es decir, no desde la credulidad en estas doctrinas.

Mi poesía puede ser definida como hermética (no ocultista) únicamente desde la óptica del lenguaje; es decir, se trata de una poesía que intenta profundizar en las posibilidades secretas de la lengua poética, pero que no se guía por nociones espiritualistas.

La alquimia y el hermetismo se configuran aquí como un material estético y como un material psico-antropológico que tuvo una función esencial en tiempos antiguos, aunque hoy día existen grupos que siguen usando dichos materiales bien desde una creencia efectiva o bien como una escenografía con fines meramente lúdicos.

El gran protagonista de esta obra, desde el punto de vista literario, es el lenguaje. Y ello se basa en las concomitancias entre el lenguaje de la alquimia y los saberes herméticos y el de la poesía más experimental y simbólica, la poesía más compleja formal y semánticamente.

Tanto la alquimia como el hermetismo utilizaban complejos procedimientos alegóricos mediante una retórica eminentemente críptica para salvaguardar los secretos de sus conocimientos y hacerlo inaccesibles a los profanos (no iniciados), indiscretos y fisgones. Ese cripticismo también se halla presente en la literatura simbolista y surrealista, por ejemplo (también antes, como en el Medievo y el Barroco).

La lengua de la alquimia y el hermetismo era, pues, una lengua poética, nada común y muy elaborada por los recursos que usaba para el encubrimiento de sus contenidos y por su poderoso simbolismo. Decía el poeta francés Mallarmé que la poesía era auténtica cuando llevaba dentro un secreto.

El esoterismo de alguna manera se hace presente también en la literatura. Un esoterismo fundamentalmente lingüístico; es decir, intrínseco, de mensajes ocultos que suponen un reto para el lector y para el propio autor. Aunque bien es verdad que existe una poesía distinta escrita en un lenguaje muy próximo al coloquial. Son dos perspectivas estilísticamente diferentes, aunque debo señalar que mi poesía se desarrolla en una línea experimental y de búsqueda de una expresividad que va mucho más allá del lenguaje común.

El hermetismo no desapareció nunca. Renació como ocultismo en el siglo XIX vinculado a movimientos estéticos como el decadentismo o el simbolismo (por ejemplo con la aparición de la Teosofía), y luego en el primer tercio del siglo XX unido al surrealismo en una versión no trascendentalista (o no creyente)

sino puramente formal asociada, en todo caso, a las investigaciones del psicoanálisis de Sigmund Freud.

El gnosticismo (cuyos orígenes se remontan al siglo I y II dC) fue una corriente muy importante en este sentido. Los evangelios gnósticos son un prodigio de imaginación muy literaria y han influido mucho en la literatura de diversas épocas hasta el presente.

Tuyo es el sol que adoras es un libro que participa de diversos géneros literarios: poesía, narrativa, relato histórico y ensayo. Por tanto, podríamos hablar de un texto híbrido desde el punto de vista genérico.

Es necesario realizar una precisión importante, como es la presencia en el libro de temas contemporáneos de contenido sociopolítico que también aparecen reflejados en la pintura y en la música del libro. Crítica social de las injusticias y desequilibrios del mundo contemporáneo. Presencia de una utopía, de un pensamiento crítico, de una actitud de denuncia. Otra utopía, como lo fueron la alquimia y el hermetismo, y muy en especial el gnosticismo con su rebelión contra el orden católico y social de su tiempo. Conviven pues formas de rebeldía y disidencia en lo ideológico, en lo político y en lo estético. Es de esta manera como intento que el lector reflexione históricamente sobre lo que está leyendo.

Pero también están los conceptos alquímicos y herméticos. Una estética conceptual, y de imágenes, objetos, figuras, símbolos, con un alto valor plástico, aparte del contenido literario. Por eso yo siempre tuve la idea de que en el libro debía estar presente la pintura. Los tratados de alquimia y hermetismo están plagados de imágenes, de elementos gráficos: están iluminados por artistas; algunos de ellos constituyen auténticas obras de arte. De ahí la presencia de Antonio Mejías en Tuyo es el sol que adoras. Por su estilo, técnicas, conceptos, visión figurativa… reunía las características que mejor encajaban con la imaginería alquímica y hermética.

Con todos estos elementos llegamos a la presente Exposición/Instalación Tuyo es el sol que adoras, la cual adquiere un carácter eminentemente multidisciplinar con el encuentro y la combinatoria de la poesía, la pintura y la música actuando en simultaneidad y ofreciendo una producción cohesionada en torno a los temas anteriormente citados. Es importante resaltar e insistir en la esencia multidisciplinar de este evento porque esa esencia es la que da sentido pleno a su estructura y a su objetivo. Se trata de que el receptor se sumerja en el mundo de la alquimia y el hermetismo como en una especie de celebración o viaje a un universo fascinante de símbolos, palabras, conceptos, melodías, imágenes, que conocieron tiempos mejores pero que, de alguna manera, han pervivido a lo largo de los siglos como arquetipos y modelos psicológicos y estéticos siempre envueltos en el atractivo de lo fantasmal y misterioso, como una mirada a ese abismo de lo enigmático y lo increíble que nunca dejará de despertar la curiosidad e incluso la intriga “sobrenatural” del ser humano.

Agradecer enormemente a estos 3 artistas por colaborar conmigo en este blog, dedicándome su tiempo y sobre todo compartiendo conmigo sus conocimientos y sabiduría. ¡Muchísimas gracias!