29 Ene 1×02 Los sucedáneos
UN PODCAST DE ISABEL HALO · DISEÑADORA GRÁFICA CREATIVA
PODCAST EL PAPEL VEGETAL
1×02
Los sucedáneos
También soy milenial y
no trabajo de lo que estudié…
¿o sí?
Estás escuchando El papel Vegetal, un podcast para gente como tú: personas inquietas, inconformistas y luminosas, que desean incorporar a su proyecto o negocio una buena dosis de diseño y creatividad.
Yo también soy milenial y no trabajo de lo que estudié, ¿o sí? En este episodio voy a hablarte de un concepto que a mí me encanta porque sirve para el diseño y también para la vida: la idea de los sucedáneos.
Los sucedáneos son esas cosas que se parecen mucho a algo, pero que no son ese algo exactamente. Te pongo un ejemplo personal: yo estudié Arquitectura Técnica en la universidad de Sevilla y me pasé 5 años esforzándome a tope para sacar la carrera adelante. En las asignaturas de dibujo, de interiorismo, de historia de la arquitectura…yo me sentaba en clase y se me olvidaba todo lo demás. Se paraba el mundo y yo me sumergía en las láminas y los apuntes. Esto es un poco friki de contar pero aquí estamos en un espacio íntimo… había clases en la que las imágenes que proyectaba el profesor o la profesora me transportaban totalmente, me emocionaban, yo simplemente estaba sumergida en los arcos de la arquitectura árabe, los espacios modulares en los edificios de Le Corbusier. Yo volaba con eso. Seguro que esto a tí te pasa con ese tema que tanto te apasiona o si tienes suerte, también te pasa con tu profesión actual.
Bueno en cuanto a la carrera, pues tenía otras muchas asignaturas y en general estaba orientada a un tipo de trabajo profesional que en el fondo yo sabía que no encajaba con eso al 100%. Sentía todo el rato que tenía algunos ingredientes de esa profesión soñada que quería ejercer durante mi vida pero que no era eso. Esta carrera era un sucedáneo. ¿Y qué me ocasionaba esto? Pues tristeza, frustración, apatía…en definitiva, un sinsentido interior.
Redescubriendo la creatividad: de la educación al diseño gráfico.
Después hice un máster en educación en la especialidad de Artes plásticas y diseño. Y aquí me sentí mucho más cerquita de eso que yo anhelaba tanto. Me doy cuenta que tenía un poquito complejo de Harry Potter, buscando todo el rato la piedra filosofal jajaja Esto nos pasa mucho a la gente inquieta. Y si estás escuchando este podcast, seguro que esto te resulta muy familiar. Como te contaba, en el máster, tuve la oportunidad de conocer a profesores y compañeros que eran todos creativos y artistas. Un grupazo de gente que me inspiró a pensar en la comunicación creativa, en cómo decir las cosas mediante las imágenes para calar en la emoción y en la memoria de las personas. Lo que mejor recuerdo es entrar a una clase de Juan Martín Prada, un teórico del arte muy reconocido, y no entender absolutamente nada de lo que decía. Ni una palabra. jajaja Pensaba o que estaba loco o que era una eminencia. Y claro era más lo segundo que lo primero. Sus clases sobre el arte infantil, el cómo dibujaban los niños…me hacían recordar a la niña que yo era cuando yo tenía 5 años y pasaba las tardes con las ceras, las pinturas los recortes de revistas… La infancia me parece un sitio (y digo sitio porque lo pienso como lugar en el tiempo que todavía está ahí) que trae mucha verdad acerca de los propósitos personales. Es un momento vital de pureza máxima, donde nos permitimos pedir todo el tiempo lo que necesitamos a base de llanto. Y los demás nos lo dan todo jajaja Pero claro, pedimos las cosas desde una verdad muy profunda, que no está manchada por las complicaciones que vienen después: los miedos, las expectativas…. A mí esto me parece muy revelador. Cuando me siento un poco perdida o que no sé por dónde tirar pienso: ¿qué haría si tuviera 5 años? Y la respuesta siempre es la misma: intentar pasármelo bien…jugando.
Y con esta filosofía del disfrute máximo…encontré por fin la piedra filosofal jajaja Estaba cansada de estudiar tanto, de esforzarme mucho, de pensar en conseguir un trabajo super estable, para toda la vida…así que me enfoqué en eso que la niña de 5 años quería: pasárselo bien. Y estuve dos años haciendo un ciclo superior en la Escuela de Arte de Jerez. Gráfica Publicitaria. Qué dos años más bonitos!! Mira, aunque compatibilizaba con un trabajo, y me tenía que tomar 3 cafés al día y a veces comer en un parque o en un taxi…yo era feliz. Feliz con todas las letras. Porque estuve dos años dedicando muchas horas de mi día a la creatividad y al diseño gráfico. Es que eso era lo mío. Se me pasaron volando. Cada tarde que entraba por la puerta de la escuela me sentía totalmente bendecida de poder estar allí. Estaba agradecida a la vida, al mundo, yo que sé… Una sensación de plenitud muy bonita que borraba de un plumazo el cansancio, el esfuerzo, las horas frente al ordenador… Tenía energía para cualquier cosa porque tenía lo más importante: motivación, tenía un sentido para mí todo lo que hacía. Con el tiempo he aprendido que esta es la energía más poderosa que existe porque claro, no depende de nadie. Nadie te la da y nadie te la quita. Es una motivación que los psicólogos llaman intrínseca y es un motor que se alimenta solo digamos. La gasolina es propia, interior, no es de fuera. Esto pasa cuando las cosas no son un sucedáneo, cuando no se parecen a algo que podría hacerme sentir…no no, las cosas son y ya.
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