03 Feb 1×05 ¿Y si no me gusta el resultado?
UN PODCAST DE ISABEL HALO · DISEÑADORA GRÁFICA CREATIVA
PODCAST EL PAPEL VEGETAL
1×05
¿Y si no me gusta el resultado?
Estás escuchando El papel Vegetal, un podcast para gente como tú: personas inquietas, inconformistas y luminosas, que desean incorporar a su proyecto o negocio una buena dosis de diseño y creatividad.
En el episodio de hoy te traigo un tema que aparece muchísimo en mis sesiones de valoración. Una duda recurrente que surge en casi todos los casos. Y que cuando no se expresa, la puedo ver ahí asomando en los ojos de la persona con la que me reúno. Así que es una duda que está siempre. Y es muy lógico. Te pongo en contexto, las sesiones de valoración son ese primer encuentro con alguien que se ha interesado por mis servicios de diseño. Me contacta por teléfono, redes, un mensaje privado…y agendamos una cita. En este ratito, nos conocemos, nos ponemos cara en una videollamada (o si estás cerquita pues una reunión presencial de toda la vida) y es el momento en el que descubro el proyecto del cliente. Este tipo de reuniones pues son momentos muy nutritivos, de mucho aprendizaje para mí porque tengo la oportunidad de conocer a personas super apasionadas en lo suyo que me cuentan lo que hacen con tanta ilusión que se me contagia. En estas sesiones de valoración cuento cómo sería un proceso de diseño conmigo y explico con total transparencia cómo hago las cosas, cuál es mi filosofía. Porque entiendo que no todo el mundo la comparta, y no pasa nada. En resumen, el objetivo de esta sesión es conocer el proyecto, los objetivos y…conocernos entre nosotros.
La gran duda antes de contratar un diseñador gráfico
Pues bien, normalmente al final de estas sesiones, cuando ya hemos hablado de muchas cosas, o quizás tras un par de días en un email, hace su aparición estelar la pregunta del millón: “Oye Isabel y si después de todo el trabajo de diseño…no me encaja el resultado?. ¿Y si no me gusta?”
Esta pregunta, además de ser completamente normal, me brinda la oportunidad de explicar algo importante que debes tener en cuenta al contratar cualquier servicio creativo y que sirve para cualquier tipo de servicio que estés pensando: Ya sea un servicio de branding donde transformar una idea en tu nueva identidad, o si estás buscando plasmar tu proyecto en papel, como en un Lúmina Book, o quizás desees expandir tu proyecto de marca a un nuevo nivel. Sea lo que sea, ahora me vas a entender.
Cuando nos asalta el pensamiento: ¿Y si al final no me gusta? Estamos buscando en realidad una respuesta…haciendo la pregunta equivocada, jajaja. Es una pregunta mal formulada desde el principio, por dos motivos: el primero porque se enfoca en un resultado final ¿Y si al final…? y el segundo porque entra en el debate del me gusta/no me gusta. Un debate muy común y que no tiene una respuesta objetiva. Vamos por partes.
¿Cómo podría ayudarte el diseño gráfico a la hora de darle una estética con sentido a tu proyecto?
Soy consciente de que cuando te planteas esta pregunta, lo que quieres es tener un resultado que te encante y con el que te sientas a gusto para expresar todo eso que llevas dentro. Sé que quieres algo profesional y de calidad, una portada para tu libro que destaque, un diseño de etiquetas de producto originales… Y esto se consigue contigo, es decir, involucrándote en el proceso de diseño. Esto no significa que vayas a diseñar tú jaja no no, eso déjamelo a mí, sino que ese camino hasta llegar a una solución final, también sea tuyo. Cuando tú aportas tu visión como experto o experta en un tema, en lo tuyo y la persona que diseña, aporta sus habilidades creativas. Cuando se hace equipo. Trabajando de esta forma no llega un día en el que recibes de repente la propuesta final en tu email en un pdf, sino que es algo que vas viendo crecer y descubriendo desde el principio. Vas participando de forma activa en el proceso. Por lo tanto no tiene sentido pensar ¿Y si al final…? porque lo interesante es confiar en cada paso que conforma la experiencia. Cuando esta parte se disfruta y se van solucionando los condicionantes del proyectos de la mano, el resultado siempre es mejor del que esperabas.
Y luego está la duda del me gusta o no me gusta. ¿Y si el resultado final no me gusta? Seguimos haciendo de nuevo una pregunta equivocada. Es que no es por ahí. Te pongo un ejemplo de la vida cotidiana: ¿No te ha pasado alguna vez que te pruebas una prenda en una tienda, te las llevas a casa y el día que la quieres estrenar para un evento importante…te la pones…y no te gusta? Esta es la prueba de que el hecho de que las cosas te gusten o no, no depende tanto de la cosa en sí, sino de otros muchos factores del contexto: el precio, humor que tengas ese día, el tiempo, tu grado de cansancio, mil historias. Son percepciones demasiado cambiantes como para fiarnos de ellas ¿no crees? Para que esto no ocurra en los procesos de diseño siempre hay algo que está por encima de la estética y es la función. Es decir, que se busca un universo gráfico atractivo y diferenciador, pero que esté sujeto a una función y que responda a una estrategia muy definida. No hay nada aleatorio que de repente un día te encaje o no, sino que todas las decisiones están tomadas en base a unos objetivos y mensajes concretos que se establecen desde el principio.
Sabiendo esto, deberías de hacerte las preguntas correctas para evaluar un diseño profesional:
– ¿Expresa este diseño los valores que quiero?
– ¿Qué me hace sentir cuando lo observo?
– ¿Vincula esta estética a mi marca con un futuro al que aspiro?
– Si pienso por ejemplo en quién son mis clientes…¿se sentirán atraídos por este universo visual?
– ¿Podré conectar profundamente con ellos a través de él?
Como ves, estas son cuestiones que no se quedan en un superficial me gusta o no me gusta. Van mucho más allá. Se trata de un enfoque mucho más objetivo y que además nos permite afinar muchísimo la propuesta y garantizar que cumple con lo que necesitamos. A partir de ahora ya sabes cuáles son las cuestiones importantes que tienes que tener en mente cuando valores una propuesta de diseño.
Y ahora vamos a mencionar esos momentos complicados que quizás hayas vivido con una empresa, estudio o profesional al que has encargado un trabajo creativo. Sois muchas las personas que contactáis conmigo y me contáis alguna situación de este tipo en las que habéis tenido una experiencia desagradable o el resultado del proyecto no fue lo que esperábais. Habéis invertido energía, dinero y tiempo en algo que al final o no habéis usado o habéis utilizado a disgusto. Y esto crea mucha frustración y sobre todo desconfianza. Aquí la verdad no se trata de buscar culpables, sino de saber mirar qué es lo que no funcionó para lo repetirlo. Yo te invito a que recuerdes si en estas situaciones tú estabas presente en el proceso, si podías hacer un seguimiento activo por etapas, si los objetivos estaban bien claros y si las propuestas estaban basadas en responder a esas preguntas que te he compartido antes. En definitiva valorar si el método de trabajo te involucraba a tí en el proceso o se parecía más a comprar un producto terminado como si se tratara de una hamburguesa del McDonalds. Sin ofender a McDonalds eh, que a mí de vez en cuando un happy meal me encanta.
Espero que te haya gustado este episodio…bueno, que te haya gustado no, que te haya sido útil.
Sorry, the comment form is closed at this time.